Capacitación
Cómo afrontar la fatiga del personal en contacto durante la cuarentena
La cuarentena es una experiencia desagradable para la mayoría de las personas. Implica el aislamiento social y en algunos casos la separación de los seres queridos, como familiares y amigos, restricción de la movilidad, sensación de pérdida de libertad, aburrimiento, ansiedad por el estado propio de salud e incertidumbre.
La cuarentena es una experiencia desagradable para la mayoría de las personas. Implica el aislamiento social y en algunos casos la separación de los seres queridos, como familiares y amigos, restricción de la movilidad, sensación de pérdida de libertad, aburrimiento, ansiedad por el estado propio de salud e incertidumbre.
Durante la cuarentena las personas experimentamos diferentes sentimientos que van desde la depresión, ansiedad, irritabilidad, hasta la ira e incluso reacciones inhabituales y desproporcionadas ante cuestiones menores.
La aparición de estos efectos psico-emocionales en cada persona individual dependerá lógicamente de cuánto ha cambiado su vida durante la cuarentena, la duración de la misma y sus condiciones de salud actual, pero nadie está a salvo de la fatiga y el hartazgo.
Esto afecta tanto a los pacientes como al personal a cargo de la recepción y atención en los centros de diagnóstico.
En el caso del personal suelen presentarse cuadros de fatiga laboral derivada de distintos factores estresantes: ausencias del personal adecuado, falta de programas seguros de manejo de pacientes, sentimientos de depresión, ansiedad, irritabilidad, y hasta preocupación excesiva por el futuro y el mantenimiento de la fuente de trabajo.
En ciertos casos, la presencia invisible de la amenaza del virus llega a producir tanto estados de apatía y resignación como ira ante la imposibilidad de contar con garantías absolutas de no contagio y de continuidad laboral en la pospandemia.
Los factores estresantes ocupacionales que contribuyen a la fatiga incluyen distintas cuestiones, como por ejemplo personal inadecuado o falto de experiencia en algunas funciones, falta de programas seguros de manejo de pacientes, y en casos excepcionales hasta episodios de violencia en el lugar de trabajo e intimidación por parte de algunos pacientes.
En los casos de atención a adultos mayores pueden presentarse situaciones de fatiga por compasión en el personal, derivadas del hecho de que con el paso del tiempo las personas que reciben y atienden a los pacientes se ven sometidas a síntomas psicológicos similares a los que padecen las personas que concurren a los centros de diagnóstico.
Todos estos factores de estrés y fatiga deben ser abordados mediante conversaciones dirigidas a reducir las ansiedades y los temores, y son principalmente una responsabilidad del empleador.
En esta presentación desarrollaremos algunas ideas respecto de cómo pueden organizarse y llevarse a cabo estas conversaciones para que tanto los directivos como los empleados puedan ayudarse recíprocamente a transitar esta etapa del mejor modo posible.
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