Primer Encuentro de Promoción de la Innovación en Salud. Premio FUNDACIÓN DPT – CA.DI.ME. – “Promoción de la Innovación en Salud”. GANADOR: “Rehafun, Sistema Multimedia de Ayuda a la Rehabilitación”

Varios analistas e instituciones señalan que hoy asistimos al comienzo de una cuarta revolución industrial. Hay tecnologías horizontales emergentes que se expanden de forma vertiginosa apoyadas en un enorme esfuerzo financiero de investigación e innovación. El creciente desarrollo de sistemas artificiales inteligentes, nuevas fuentes energéticas, robótica, nanotecnología, biotecnología, impresión 3D y automatización, o el amplio abanico de las tecnologías integradas de información y comunicación son ejemplos de las fuerzas del cambio. A ello debe sumársele el crecimiento del poder de cómputo y la gigantesca cantidad de datos disponibles (aquello que hoy se conoce con el nombre de big data) que incrementalmente están modificando los procesos de producción y las relaciones entre agentes económicos y sociales.

Junto a las transformaciones de la tecnología existen además mutaciones socio-económicas, geopolíticas y demográficas que en buena medida son dinamizadas o afectadas por el cambio tecnológico. Entre ellas, los cambios en los sistemas de salud derivados de procesos como la creciente urbanización o el envejecimiento poblacional; pero que a su vez incluyen otros aspectos como los problemas derivados de los modelos de concentración de los negocios en el área de la salud que afectan a la prestación de los servicios que, en el caso concreto de la Argentina, se dan en un contexto nacional con huecos importantes en materia de normativa y legislación.

La conclusión inevitable es que el mundo está volviendo a cambiar de una manera profunda, irreversible y ciertamente dramática. El impacto de estas transformaciones terminará repercutiendo en todos los ámbitos de la vida social: desde las industrias tradicionales al cuidado de la salud, pasando por el diseño de las políticas públicas y la educación hasta las normativas y leyes, o a la forma en que nos relacionamos y vivimos en sociedad. Tenemos en este sentido muchas oportunidades pero igualmente hay desafíos e incertidumbres por delante, fundamentalmente en países como la Argentina que aún no han podido transitar hacia una economía basada en el conocimiento y la innovación. Será crítico anticiparnos y prepararnos para los desafíos políticos y sociales a los que nos enfrenta la actual transición que afectará a nuestro modelo tecnológico, económico y social.

Pese a que se propone que uno de los ejes fundamentales de la economía del conocimiento es la articulación entre el sistema científico-tecnológico y el ámbito productivo, son pocas las investigaciones que estudian el vínculo ciencia-empresas como relación social a partir de variables sociológicas y contextuales. Una consecuencia es que muy pocas veces los empresarios son interpelados de manera directa. Se trata por lo tanto de conocer más y mejor respecto de la importancia que los empresarios asignan para su desenvolvimiento a los potenciales aportes de conocimiento provenientes del sistema de ciencia y tecnología, el grado de aprovechamiento actual de los mismos, y las formas que asumen las vinculaciones. Se dará, también, prioridad a la identificación de los principales obstáculos que las traban o dificultan, a fin de disponer de criterios adecuados para un mejor diseño de políticas al respecto. Esperamos además que la adopción de una perspectiva comparada entre países de la región ayude a identificar factores comunes de la cultura de la innovación que permitan formular recomendaciones de políticas para el fortalecimiento de la relación ciencia-empresas.

El sector de servicios de salud registra características particulares: contribuye a mejorar la salud y productividad de la población, es un importante generador de empleo con alta calificación[1], y al mismo tiempo se ubica en la intersección de factores capaces de producir innovaciones disruptivas en el amplio campo de la biotecnología y la tecnología involucrada en la producción de equipamiento de diagnóstico y tratamiento.

La coordinación e interacción de los centros de investigación, la industria, los prestadores de servicios y las autoridades pueden activar procesos que benefician a pacientes y a la sociedad en su conjunto.

En Argentina el sector salud se ve actualmente inmerso en un proceso de transformación que caracteriza y condiciona la realidad socio-sanitaria de muchos países: la transición hacia un perfil poblacional definido por el aumento de la expectativa de vida con bajas tasas de natalidad, y la consecuente transición epidemiológica con una mayor prevalencia de enfermedades crónicas y sus secuelas.

Estos cambios nos enfrentan a viejos y nuevos desafíos a resolver. El sector debe dar respuesta a una demanda creciente y a mayores costos asociados con la introducción de nueva tecnología médica avanzada.

Debemos establecer nuestras prioridades sanitarias, ser eficientes en el gasto y optimizar el uso de todos los recursos necesarios para establecer un sistema de salud inclusivo que asegure una cobertura equitativa, asequible y de calidad para todos los argentinos.

Son tiempos de crisis y oportunidades para que, en la resolución de nuestros problemas surjan nuevas iniciativas para desarrollar tecnología nacional de avanzada, creando polos productivos con alto valor agregado y contenido tecnológico, que no solo satisfagan las necesidades internas sino también la oferta de productos exportables con estándares de calidad internacional.

En este marco debemos aportar elementos que ayuden a continuar superando la dependencia tecnológica en la provisión de productos médicos considerados prioritarios o de importancia pública y estratégica, potenciando todos nuestros recursos humanos y tecnológicos, públicos y privados existentes en el sistema de salud.

No es solo una cuestión de fe, lo necesario es posible. Con el respaldo de políticas públicas y adecuados retornos de la inversión, nuestro país posee todo el potencial para implementar el desarrollo tecnológico requerido para reemplazar los productos médicos importados que estime necesario, integrando los recursos disponibles en las Universidades, las Organizaciones Intermedias, el Sector Público y el Sector Empresarial Productivo.

En la Organización Internacional del Trabajo se afirma que “La cuarta revolución industrial podría hacer que algunos empleos se vuelvan obsoletos y desplazarlos, pero los servicios de salud generarán millones de empleos. La creación de los mismos permitirá mejorar los niveles de vida, el crecimiento económico y el desarrollo, en particular en los países con altos niveles de desempleo entre los trabajadores poco calificados y desprovistos de servicios de asistencia médica.”

Desde CA.DI.ME y la Fundación DPT creemos firmemente que la complementación de todos los recursos científicos, tecnológicos y productivos disponibles, mancomunados en una articulación multiplicadora entre los subsectores públicos y privados, tendría la capacidad para optimizar y potenciar emprendimientos de carácter nacional con relevancia no solo en la salud pública sino también en otros campos científicos sustentables de amplio impacto social y económico.

Dada la importancia de esta temática, CA.DI.ME y DPT han tomado la decisión, entre otras acciones, de impulsar y difundir diversas iniciativas para el desarrollo de nuevas tecnologías, así como también los avances de innovación tecnológica aplicada al cuidado y atención de la salud.

Es este objetivo el que nos ha guiado a partir del año 2016, a convocar a científicos y emprendedores para otorgar el Premio a la Innovación en Salud. El reconocimiento al jurado participante, los finalistas y los ganadores de este Premio, es uno de los objetivos de esta convocatoria.