REVISTA CADIME - JULIO DE 2024
La función del médico imagenólogo en la detección del cancer
de riñón
La incidencia anual en el mundo de cáncer renal es de más de 400.000 personas, y en Argentina se diagnostican cerca de 9.000 nuevos casos cada año, lo que lo convierte en el 5º cáncer más frecuente después del cáncer de colon, mama, pulmón y próstata.
Esta incidencia ha aumentado en las últimas décadas, lo que puede atribuirse en parte al mayor uso de pruebas de imagen en la práctica habitual para la valoración de los pacientes por cualquier patología, lo que ha desencadenado un incremento en la incidencia de este tipo de cánceres debido a un diagnóstico incidental de tumores asintomáticos.
Dicho aumento en la detección temprana implica un diagnóstico precoz con tumores de menor tamaño y enfermedad localizada susceptible de tratamiento curativo y de mejor pronóstico.
Características Generales del Cáncer Renal
- Factores de Riesgo: Varios factores de riesgo están asociados con el cáncer renal, incluyendo el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión arterial, la enfermedad renal crónica y ciertas condiciones genéticas.
- Distribución por Género y Edad: El cáncer renal es más común en hombres que en mujeres y su incidencia aumenta con la edad, siendo más frecuente en personas mayores de 60 años.
- Sintomatología: La tríada clásica es dolor en el flanco, hematuria y masa palpable. Sin embargo, en la actualidad como ya lo mencionamos, la mayoría de los tumores renales son hallazgos incidentales en pruebas realizadas por otras enfermedades.
- Variedades del Cáncer Renal: El carcinoma de células renales (CCR) es el tipo más común de cáncer renal, representando aproximadamente el 85% de los casos. Otros tipos menos comunes incluyen el carcinoma de células transicionales del sistema colector y el tumor de Wilms, que es más frecuente en niños.
- Supervivencia y Mortalidad: La supervivencia del cáncer renal ha mejorado en los últimos años, especialmente para los tumores detectados en etapas tempranas. La tasa de supervivencia a 5 años para el cáncer renal localizado es alta, pero disminuye significativamente para los cánceres que se han diseminado a otras partes del cuerpo.
Cáncer renal y Diagnóstico por Imágenes
El medico radiólogo tiene un papel fundamental en la estadificación del cáncer renal, describiendo el tamaño, localización y afectación de estructuras adyacentes, lo que repercutirá en la decisión del manejo tanto quirúrgico como en el tratamiento sistémico.
Existen distintas pruebas de imagen para diagnosticar el cáncer renal, pero la prueba más sensible para la detección de cáncer renal es una tomografía computarizada (TC) sin y tras la administración de contraste. Por lo tanto, ante sospecha de tumor renal en pacientes con hematuria, dolor en el flanco o masa palpable, esta sería la prueba de elección.
Con la TC el médico radiólogo podrá informar adecuadamente sobre:
- Tamaño y Localización del Tumor
Determinar el tamaño del tumor y su ubicación precisa en el riñón (corteza renal, la médula o si involucra todo el órgano)
- Características del Tumor:
Analizar la densidad y la homogeneidad del tumor, presencia de calcificaciones y evaluación de la regularidad de sus bordes.
- Realce con Contraste
Evaluar el patrón de realce del tumor tras la administración de contraste intravenoso, los tumores renales malignos, como el carcinoma de células renales, suelen mostrar un realce heterogéneo.
- Invasión Local
Observar si el tumor ha invadido estructuras vecinas, como la grasa perirrenal, la vena renal o la vena cava inferior.
- Metástasis Regional y a Distancia
Examinar la presencia de ganglios linfáticos regionales y evaluar otros órganos como los pulmones, el hígado y los huesos para detectar posibles metástasis a distancia.
La resonancia magnética (RM) también presenta alta sensibilidad para el diagnóstico de tumor renal, aunque principalmente se utiliza en pacientes con alteración de la función renal a los que no se puede administrar el contraste yodado de la TC.
Además de los radiólogos que realizan el diagnóstico, los radiólogos intervencionistas
pueden llegar a la lesión y tratarla guiados por la imagen (TC y ecografía).
Los tumores en el riñón menores de 3 cm pueden tratarse con ablación, con resultados iguales que la cirugía, pero con mayor preservación del parénquima renal normal y así menor riesgo de insuficiencia renal.
Las opiniones vertidas en esta publicación son responsabilidad absoluta del/los autor/es o el/los entrevistado/s y no necesariamente reflejan las ideas de CADIME SALUD
ÁREA TÉCNICA DE CADIME
Director: Dr. Javier Vilosio
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