Desde la Cámara de Instituciones de Diagnostico Medico – que representa a las empresas de este subsector de la salud en todo el país y en todas las especialidades (Análisis Clínicos, Anatomía Patológica, Diagnóstico por Imágenes, Radioterapia, Consultorios Médicos, Oftalmología, Odontología, Kinesiología, Diálisis y demás prácticas ambulatorias) – se manifestó nuevamente la profunda preocupación por la grave situación del sector.
Con anterioridad a la crisis del COVID este sector ya venía arrastrando una situación previa a la pandemia de extrema gravedad económico financiera, caracterizada por inflación de costos sin un correlativo proporcional en suba de los aranceles, en el marco de un progresivo proceso de concentración económica en el financiamiento y la prestación.
Sumado a esta situación, la dinámica post cuarentena vino a agravar el contexto: el aumento de los costos, las dificultades planteadas a las Pymes para acceder a programas de auxilio financiero, y la baja sustantiva en la demanda, empujan la situación de estas empresas hacia el quebranto.
Diversos estudios de CA.DI.ME ya han mostrado como este eslabón más débil de la cadena de valor en salud (1) ha venía perdiendo participación relativa en la asignación de los recursos sanitarios sectoriales, en detrimento de la industria farmacéutica y las prestaciones de alto costo, o de prestaciones vinculadas a otras áreas como discapacidad.
El factor humano es clave para la pequeña y mediana empresa de este tipo con una participación del salario aproximada al 60%. Por ello es que en el corto plazo la posibilidad de superveniencia es prácticamente cero, sino se toman medidas para mitigar estos efectos. Si además se consideran otros costos fijos adicionales a los del RRHH, entre un 70% y un 85% de los gastos de funcionamiento son fijos, es decir que se deben cubrir aunque los establecimientos de diagnóstico ambulatorio no estén operativamente al 100% de su capacidad.
En los últimos 10 años los incrementos de los aranceles de los prestadores de diagnóstico ambulatorio (DxI & LAC), se incrementaron en poco más de 10 veces mientras que en igual período el aumento de los costos ha sido casi 27. Esto representa una brecha del 153% entre aranceles y costos.
Por su parte al observar el destino de los recursos del sistema de seguridad social en los últimos 10 años, vemos una clara dinámica de priorización de prestaciones especiales y medicamentos dentro de la canasta de bienes y servicios, que aumentan de (13 a 28%) en detrimento de prestaciones en ambulatorio (cae de 45 a 37%) y de prestaciones en internación (cae de 34% a 26%). Laboratorio y DxI, reflejan una caída en su participación relativa de 4.8 a 3.7% y de 8.6 a 6.3% respectivamente.
Es imprescindible entonces:
– Reconocer el caracter de esenciales a todas las actividades de diagnóstico y tratamiento ambulatorio,
– Proteger con políticas activas la subsistencia de las Pymes de salud, e
– Integrarlas al esfuerzo social para enfrentar y superar la crisis de la pandemia.
VER DOCUMENTO COMPLETO
CA.DI.ME
1. Informe Interno CADIME. La cadena de valor en salud. La reasignación de la Inversión en Salud hacia las prestaciones de alto Costo atenta contra la eficiencia y equidad. Marzo 2020.