• Las condiciones sociales y epidemiológicas que atraviesa la Argentina hacen imprescindible contar con políticas sanitarias de fondo, sostenibles en el mediano y largo plazo, basadas en la estrategia de Atención Primaria de la Salud (APS) y que incluyan la totalidad de las capacidades y recursos -públicos y privados- para la atención sanitaria con que cuenta nuestro país.
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• “En cualquier caso, hoy está claro que la estrategia de APS debe formar parte del sistema nacional de salud, y debiera constituirse como la función central del mismo, así como del desarrollo social y económico global de la comunidad, y que se proyecta sobre el ámbito de la promoción de la salud, lo preventivo y las intervenciones asistenciales”.
• “El primer nivel de atención debe constituir el ingreso al sistema, y en ese ámbito se debe ofrecer la mayor accesibilidad a la atención ambulatoria de los problemas prevalentes de la salud poblacional, con adecuadas capacidades técnicas para su resolución, y articulado con niveles de mayor especialización para aquellas situaciones que lo requieran”.
• “Para la efectiva participación de los prestadores privados es imprescindible fortalecer y modernizar la capacidad de gobernanza sectorial, y la formulación de políticas de estado en materia sanitaria que garanticen efectivamente el acceso oportuno a los servicios de salud, en condiciones de calidad y equidad (reglas de juego)”.
• “Con más del 60% de la población asistida a través de la cobertura de la seguridad social y empresas privadas, es absurdo no considerar a los prestadores privados, y especialmente a los prestadores de servicios ambulatorios, que tienen amplia distribución geográfica, significativa inserción en las comunidades a las que pertenecen -particularmente en el interior del país y centro urbanos pequeños y medianos- como un recurso social indispensable a la hora de reorganizar la atención de la salud de los argentinos en los términos propuestos por la estrategia de APS”.
• “La conformación de redes integradas de salud (RISS), incluyendo a todos los prestadores, públicos o privados, puede ser la viga maestra de la integración territorial y funcional de los servicios, bajo normativas de acceso y calidad que aseguren la mejor atención de las personas, el impacto sanitario, y la sostenibilidad económica del sistema, a través del mejoramiento de la eficiencia del mismo”.
• “El modelo asistencial propuesto por la Organización Panamericana de la Salud en el contexto de las RISS incluye aspectos en los que los prestadores privados de salud ambulatoria estamos en condiciones de aportar sustancialmente, en el marco de las políticas antes mencionadas: fundamentalmente el respeto por las preferencias de las personas, la extensión de la oferta de servicios, la multidisciplinariedad del primer nivel de atención, la cercanía a las personas de los servicios especializados. Por supuesto, para todo ello se requiere la decisión, y la capacidad de coordinación y gobernanza, en manos del Estado”.
• “Pero ello requiere, en primer lugar, la supervivencia de las empresas Pymes de salud, hoy en riesgo ante las condiciones económicas generales (aranceles depreciados, presión tributaria, inflación, volatilidad del tipo de cambio, falta de acceso al crédito), la no implementación efectiva de regulaciones ya establecidas por Ley, y particularmente por el proceso de concentración económica en el sector, con el consecuente deterioro de las modalidades de contratación y pago”.
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