La situación del sector de prestadores de salud se ha agravado dramáticamente frente a lo que se reconoce como la segunda ola del Covid. El sector de la atención ambulatoria sufrió fuertemente las consecuencias por las restricciones a la circulación – fue sustancial la reducción de su actividad durante los primeros meses del ASPO, situación agravada por la dilatada postergación en declarar la esencialidad de sus servicios y las dificultades de estos prestadores para acceder al ATP durante el 2020 y actualmente al Repro.